Habilidades sociales de especial interés en el ámbito laboral:
Aunque se puede afirmar que todas las habilidades sociales tienen interés, ya que permiten el ajuste de las personas a las situaciones de interacción social (ya sean éstas personales o profesionales), existen determinadas habilidades que facilitan de forma decisiva el ajuste en el entorno laboral.
Para cada una de estas competencias se ofrece una definición y se desglosa en cuatro niveles de desarrollo; en cada uno de los niveles, se ofrecen comportamientos concretos que sirven para evaluar el grado en el que se posee determinada competencia y sirve además como pauta para el desarrollo en la misma.

Para conseguir un buen desarrollo debemos crear hábitos efectivos, esforzándonos día a día. Considerando hábito efectivo (concepto de Stephen Covey) como la intersección entre Habilidades (Cómo), Conocimiento (Por qué) y Deseo (Querer).
- Iniciativa:
- “Un viaje de mil kilómetros se inicia con un paso” (Proverbio Chino). ¿Qué es la iniciativa? Es anticiparse y proponer acciones novedosas aunque se carezca de pautas o referencias para actuar. Es la actitud permanente de actuar cuando se presenta la ocasión sin esperar órdenes o instrucciones.
- La esencia de la iniciativa está en actuar sin que nadie nos lo indique u ordene. Implica estar atento a la ocasión de actuar, y actuar.
- Se hace necesaria cuando hay oportunidad de actuar y no hay nadie que dé indicaciones sobre qué hacer o cómo hacerlo. También cuando nadie repara en la necesidad de hacer algo que la situación demanda.

- Comunicación:
- La comunicación es vital para que exista un buen entendimiento entre las personas. Es un proceso en el cual se intercambian opiniones, datos o información sobre un tema determinado. Albert Mehrabian, profesor emérito de psicología en Ucla, cuantificó el grado de influencia de los distintos elementos que componen la comunicación: palabras, 22 cuerpo y voz.
- Así, estableció que:

- Mehrabian demostró con su trabajo la importancia de cuidar la comunicación no verbal, no sólo las palabras que usamos sino también la manera en que las pronunciamos: lenguaje corporal (apariencia, postura, gestos) y voz (tono, ritmo, volumen).
- En la actualidad la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que las palabras se utilizan principalmente para transmitir información, mientras que el lenguaje del cuerpo se utiliza para negociar actitudes interpersonales y, en algunos casos, como sustituto de los mensajes verbales. El lenguaje del cuerpo es un reflejo externo de la condición emocional de la persona. Cada gesto o movimiento puede ser una clave valiosa para descubrir una emoción concreta que esa persona siente en ese preciso momento.
- Igual que el lenguaje verbal difiere de cultura en cultura, algunas señales del lenguaje corporal difieren también. Mientras que un gesto puede ser común en una cultura en particular y tener una interpretación clara, puede carecer de sentido en otra cultura o incluso tener un significado totalmente distinto.
- La proxemia o proxémica:
- Se refiere al estudio de la relación que existe entre el espacio y la persona (“burbuja que lo rodea”), y cómo influye éste en la relación con los seres vivos que lo traspasan.
- Somos ANIMALES TERRITORIALES, heredamos genéticamente la noción de territorio y delimitamos nuestro espacio personal mediante todo tipo de señales, de tal manera que la invasión del espacio privado (burbuja) puede transmitir una sensación de agresión.
- Conocer los límites del espacio personal y las distancias adecuadas entre personas nos permitirá tener unas relaciones mucho más fluidas y agradables y nos dará muchas pistas acerca del comportamiento de la gente a nuestro alrededor.
- Tipos de distancia:
- Distancia íntima: Separados por menos de 50 cm. La reservamos para personas de nuestra íntima confianza: Con nuestra pareja, padres, hermanos.
- Distancia personal: Entre 50 cm y 1 metro. Para hablar con nuestros conocidos, amigos, la familia, alguien que nos cae muy bien, etc. Equivale a grosso modo a la longitud del brazo.
- Distancia social: De 1 a 2 m: En el trabajo, con nuestros jefes, desconocidos.
- Distancia pública: Más de 2 metros. Para una charla, para pasear, para hacer la compra, etc.
- Escucha activa:
- Es escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla. Pese a que puede parecer que escuchar activamente es tarea fácil, este tipo de escucha requiere un esfuerzo de nuestras capacidades cognitivas y empáticas.
- Saber escuchar es muy importante en la comunicación, y aunque no lo parezca, en muchas ocasiones pasamos mucho tiempo pendientes de lo que nosotros pensamos y de lo que nosotros decimos en vez de escuchar activamente al otro.
- La escucha activa no es escuchar de manera pasiva, sino que se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está intentando expresar.
- En la escucha activa, la empatía es importante para situarse en el lugar del otro, pero también la Validación emocional, la aceptación y el feedback, pues se debe escuchar sin juzgar y es necesario comunicar a la otra persona que se le ha entendido.
- Por esto, existen dos elementos que facilitan la escucha activa, son los siguientes:
– Disposición psicológica: la preparación interna es importante, estar en el momento presente, prestar atención constante y observar al otro: identificar el contenido de lo que dice, los objetivos y los sentimientos.
– Expresión de que se está escuchando al otro interlocutor con comunicación verbal, en lo que se conoce como la función fática del lenguaje (ya veo, umm, uh, etc.) y el lenguaje no verbal (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.).
- Algunos errores que se pueden producir cuando se escucha a la otra persona:
- Distraerse durante la conversación.
- Interrumpir al que habla.
- Juzgarlo y querer imponer tus ideas.
- Ofrecer ayuda de manera prematura y con falta de información
- Rechazar y no validar lo que el otro esté sintiendo.
- Descalificar al dar tu opinión.
- Contar tu propia historia en vez de escuchar la suya.
- Existen varias señales que muestran a la otra persona que se le está escuchando activamente:
- Contacto visual: Muestra a la otra persona que se está prestando atención a lo que dice y siente y, además, puede mostrar sinceridad.
- Sonrisa ligera: Esto asegura al interlocutor que la información que está transmitiendo está siendo bien recibida y le que le motiva a seguir hablando. Por tanto, actúa como reforzador, además de dar un mensaje de empatía.
- No distracción: El oyente activo no se va a distraer, pues su atención está puesta en las señales verbales y no verbales que emite en oyente.
- Emitir palabras de refuerzo o cumplidos: Este tipo de verbalizaciones refuerzan el discurso del hablante al transmitir que uno valida su punto de 38 vista. Frases como “lo hiciste muy bien”, “me gusta cuando eres sincero” o “debes ser muy bueno jugando al fútbol”, muestran atención por parte de la persona que escucha. Pese a que estas frases pueden ser positivas, no hay que usarlas en exceso, pues pueden distraer al emisor. 39
- Parafrasear: Hace referencia a verificar o expresar con las propias palabras lo que parece que el hablante acaba de decir. Un ejemplo de parafrasear puede ser: “¿Quieres decir que te sentiste de esta manera…?”.
- Hacer preguntas: El oyente puede demostrar que ha estado atento al hacer preguntas relevantes. De esta manera puede clarificar la información que ha 40 recibido y mostrar interés por lo que el emisor intenta comunicar.
- Empatía:
- Es la capacidad de una persona para ponerse en el lugar de la otra. Es decir, ser capaz de entender la situación y los sentimientos que está viviendo otra persona. Las personas que la poseen saben escuchar de forma activa y les mueve el deseo genuino de comprender al otro.
- Es muy necesaria porque nos ayuda a identificar los puntos de vista de los demás y a valorarlos, así como acomodar nuestras actuaciones a los posiciones de los otros. También es un atributo del liderazgo y básica en la Resolución de Conflictos. Las personas empáticas saben escuchar, son sensibles, tolerantes, etc.

- Capacidad de trabajo en equipo:
- Es sentirse cómodo trabajando con otras personas, aunque sean muy distintas, y poner los intereses del grupo delante de los propios. Es la habilidad para participar activamente en la consecución de una meta común, incluso cuando el objetivo no repercute directamente con el interés personal.
- Flexibilidad:
- Es adaptarse a los cambios en distintas situaciones, pudiendo trabajar con distintas personas o grupos y en distintos ambientes. Implica mente abierta, capacidad de aprendizaje y disposición al cambio, así como tolerancia y respeto a los demás. Significa saber cambiar sin perder tu identidad. La flexibilidad es una actitud tolerante y favorable al cambio.
- Asertividad:
- Consiste en la habilidad para expresar las emociones o hacer valer los derechos propios, respetando los sentimientos y derechos de las demás personas.

Inteligencia emocional
Inteligencia emocional: Daniel Goleman – YouTube
- Se define como un conjunto de habilidades que una persona adquiere por nacimiento o aprende durante su vida, donde destaca la empatía, la motivación de uno mismo, el autocontrol, el entusiasmo y el manejo de emociones.
- La IE se compone de 5 elementos:
1.- Autoconocimiento: Alta comprensión de las emociones, de los puntos fuertes y débiles, las necesidades de uno mismo, etc.
2.- Autocontrol: Control de los propios sentimientos. Personas con esta capacidad son capaces de transmitir confianza y crear un entorno de trabajo óptimo.
3.- Motivación: Orientada a la consecución de metas.
4. Empatía: Ser capaz de ponerse en la piel de otra persona.
5. Habilidades sociales. Daniel Goleman es uno de los referentes en inteligencia emocional. Realizó una investigación acerca del concepto de inteligencia emocional y cómo puede ser aplicada al ámbito del trabajo. Aborda tres áreas o temas fundamentales que influyen en el trabajo: las capacidades emocionales, las habilidades de trabajo en equipo, y la organización de la empresa a partir de los principios de la IE.
Los resultados de sus estudios han sido concluyentes: quienes alcanzan altos niveles de eficacia dentro de las organizaciones, demuestran un mayor control de sus emociones, están motivados, generan emociones, saben trabajar en equipo, tienen iniciativa y son capaces de influir en los estados de ánimo de los compañeros.
Mediante la inteligencia emocional se puede optimizar el desempeño personal, la comunicación y el ambiente laboral.